La Importancia de la Marca en las Startups
Muchos afirman que en el nuevo mundo de internet las marcas se están diluyendo y perdiendo importancia. Yo soy un firme creyente de lo contrario: la marcas cada vez tienen más importancia y además son fundamentales para diferenciarse en un mercado global altamente competitivo.
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En el mundo cibernético en el que vivimos uno de los atributos más importantes de las marcas relevantes es la confianza, lo que se traduce en confianza en el receptor/consumidor.
En un artículo publicado en FastCompany, titulado “The 5 Basic Building Blocks For Branding Your Startup”, su autor, Michael Raisanen, explica cuáles son los 5 elementos básicos de construcción de una marca. Estos han sido, son y serán el ABC para crear una marca duradera. Es un excelente artículo, que disfruté mucho. Debajo, con el fin de divulgación, ofrecemos el artículo traducido al español.
Los startups y los 5 elementos básicos en la creación de una marca
Un negocio no puede crecer si no ha sido definido de forma adecuada, y ese es el primer paso para crear una marca duradera.
Michael Raisanen
Comenzar un negocio implica trabajo duro, realmente duro. Si tú sos un emprendedor seguramente estás haciendo malabares con tus tareas cotidianas: atraer nuevos clientes o inversores, asegurarte que haya tinta en la impresora, hablarle dulcemente a los clientes, y dirigir a los contratistas, todo esto mientras sufrís ataques de pánico relacionados con el flujo de efectivo.
Con todos estos compromisos constantemente devorando tu preciado tiempo, te queda poco espacio para las cosas importantes, el motivo por el que iniciaste tu negocio: hacer las cosas a tu manera, perseguir tu propia visión y construir una organización alrededor de ella. Sin embargo, si una compañía desea crecer saludablemente, necesita definir una identidad. Es más fácil decirlo que hacerlo. El proceso de construcción una marca no es complejo en sí mismo, pero sí acarrea discusiones difíciles y complejas sobre quién eres y qué quieres alcanzar y cómo expresar esto a través del lenguaje, la interacción y el diseño. Primero, necesitas descubrir quién eres.
Define quién eres
La mayoría de los emprendedores tienen una idea clara en su cabeza sobre qué quieren alcanzar. Sin embargo, cuando se les pregunta qué hace su nueva compañía, la mayoría contesta con una confusa maraña de abstracciones, soluciones conceptuales, y con frecuencia con una jerga técnica innecesaria, una explicación excesiva y larga. Esto no es bueno y el lenguaje necesita ser redefinido, o de lo contrario estás muerto y enterrado.
La forma más directa y desafiante de hacerlo es limitarse a una simple oración descriptiva. Evita las grandes proclamas súper-pretenciosas como: “Vamos a cambiar el mundo mediante el liderazgo de un nuevo paradigma en la interface social” o algún otro sinsentido. No te preocupes por no sonar lo suficientemente “avanzado”; la simplicidad es siempre la mejor opción. Resumir todo en una oración es increíblemente difícil y lleva horas y más horas dedicadas a elegir palabras y mantener discusiones filosóficas en una sala de reuniones. Por supuesto que esa oración no va a contar toda la historia, pero ese no es el punto. El punto es entrenarse y disciplinarse para alcanzar la brevedad y simplicidad mientras se comunica la marca. Deberías elaborar una simple oración que resuma lo que haces y que provoque en los otros el deseo de preguntar el cómo y el por qué.
La clave para una efectiva comunicación de la marca es una combinación de brevedad, claridad y consistencia. Evite las declaraciones de misión por todos los medios; no funcionan.
Diferénciate
Sí, lo hemos oído millones de veces y parece obvio. Aún así, son muchas las nuevas compañías que siguen cayendo en la trampa de decirle al mundo lo increíbles que son, qué gran equipo han creado, y cuán fantástica y moderna es su tecnología. Se encuentran atrapados en su propio ego. Por el contrario, lo que la gente desea oír es por qué lo que tú haces es mejor a lo que otros hacen.
Evite el síndrome de la madre sobreprotectora
Tu compañía es tu bebé. Pero no hay necesidad de asfixiarla entrometiéndote en todo. Crear una organización implica delegar tareas a otras personas, que fueron contratados debido a su habilidad. Déjalos hacer su trabajo. La microgestión (micromanagement) enlentece el proceso y disminuye la calidad del trabajo. Concéntrate en la organización como un todo: ¿Cómo se realizan los proyectos? ¿Control de calidad? ¿El proceso de selección? ¿Compartir el conocimiento? ¿Cultura de la compañía?
Te preguntarás qué tiene todo esto que ver con la creación de una marca. En realidad, tiene mucho que ver. En el comienzo las personas en tu organización son lo único que tu marca tiene, salvo un futuro lleno de expectativas. En esta etapa no hay historia, ni producto o servicio establecido, así que asegúrate bien de mostrarte como tú lo deseas en todos los aspectos posibles. Y deja que la gente haga lo suyo.
Elabora una identidad visual
Una vez resueltos los aspectos que podrían ser los más existenciales de la identidad de tu marca, empieza a elaborar tu identidad visual: logo, página web, fuentes, colores, tarjetas de presentación y el membrete. Lo bueno del diseño es que si se aplica de forma correcta, logrará que tu negocio transmita instantáneamente los valores que quieres comunicar: confianza, seriedad, innovación, excepcionalidad, lujo, o lo que sea que la identidad de tu marca involucre. Sin embargo, no intentes diseñar tu propia marca. Esto casi nunca funciona. Contrata a un profesional que realmente sepa lo que está haciendo. Vale la pena.
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La ansiedad existencial es normal
Desarrollar una startup en general conlleva dedicar una cantidad de tiempo poco saludable encerrado con tus socios pensando estrategias, haciendo tormentas de ideas y planificando una y otra vez. Esta es una fase necesaria para analizar las cosas desde todos los ángulos posibles y pulir el concepto. Sin embargo, un efecto colateral de este intenso trabajo es que a veces perdemos la noción exacta de lo que se quiere alcanzar. ¿Es bueno o es malo? ¿Tiene algún sentido? ¿Soy la única persona en el mundo que percibe el valor de lo que estoy haciendo? ¿Estoy loco? Cuando no tienes clientes, tampoco tienes feedback real que te permita verificar si lo que haces sirve o no.
No te alarmes, esta ansiedad existencial sobre la identidad de marca es normal. Necesitas un descanso. Habla con alguien que no pertenezca a tu mundo y que pueda confirmar que todavía estás cuerdo. Prueba tu frase descriptiva con personas al azar, muéstrales tu logo y observa cómo reaccionan. Hacerlo, te permitirá volver a la realidad.
Desarrollar una nueva marca no es una tarea fácil, pero es necesario. Así que finalmente, ¡empieza a hacerlo!
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