(ESP PRESS – Foro de Recursos Humanos)
Recuerdo una hermosa conversación que mantuvimos con Fabián Coito hace unos años cuando era el director técnico de la selección uruguaya de fútbol sub-20. Nos comentó que pasaba mucho tiempo conversando con los juveniles para que pudieran tomar la mejor decisión para el equipo cuando la pelota llegara a sus pies. Y nos decía que uno de los puntos en los que más ponían foco era en ayudarlos a entender que su rol no se limitaba a hacer en forma excelente las tareas de su posición. Por ejemplo, un defensa del lado izquierdo no es un buen defensa solo porque no deja que ningún jugador del cuadro contrario cree jugadas de riesgo en su sector de la cancha. Obviamente que eso es importante. Pero para ser un buen jugador para el equipo ese defensa debe levantar la cabeza y mirar cómo está el campo de juego, tiene que entender la jugada y, en base a eso, tomar una decisión. Con esa mirada completa quizá deba simplemente despejar el balón o quizá deba avanzar. Fabián nos decía que el mejor jugador para el equipo es el que es capaz de entender mejor «la jugada».