Afilar la Sierra
Muchas veces estamos tan metidos en la «operación» que no nos damos cuenta que tenemos que parar para pensar. Es el dilema del leñador: si tengo que talar un bosque en un tiempo determinado, en algún momento deberé parar de cortar árboles para afilar la sierra.
Muchos ejecutivos están todo el tiempo «cortando árboles» sin parar a reflexionar sobre el presente y el futuro. A definir y a planificar. A elegir que sí y qué no. Y en esa operación frenética, se pierde energía, se des-alinea la organización, se hace cada vez más difícil conseguir los resultados deseados y, consecuentemente, se genera frustración en todas las personas (no precisamente un «gran lugar para trabajar»).
Trabajo, «T», y la Transformación del Trabajo, «TT»
En las organizaciones de todo tipo debemos darnos el tiempo para los dos trabajos que tenemos que hacer: uno es la operación, lo que le llamamos «Trabajo» o «T». El otro, tan importante como el primero, es la «Transformación del Trabajo» o «TT». Y los dos requieren espacios de tiempo. No tenemos «un trabajo», tenemos dos: T y TT. (*) Es responsabilidad de los líderes asegurarse que todos en la organización hacen las dos cosas. Y ellos, como siempre, deben ser el ejemplo para todos.
Se Empieza por la Cima
Por eso, empezando por los más altos ejecutivos, es clave hacerse el tiempo para «Transformar el Trabajo». Asignar un par de días al año, para re-pensar la estrategia, para elegir el rumbo y para definir los pasos a seguir. El resultado de estas sesiones (cuando se hacen bien y cuando se involucra a la mayor cantidad de personas) tiene un impacto vital y significativamente más grande al que a priori se puede imaginar: es no sólo la elección del rumbo, sino, quizás más importante aún, en la alineación de todas las partes.
Y es determinante no solo para el logro de los resultados deseados, sino para que todos los integrantes de la empresa, sientan que están construyendo el futuro, y se sientan que son parte de algo más grande. Dedicar tiempo a «TT», es otra herramienta para crear un gran lugar para trabajar.
(*) Del libro «No más Pálidas: Cuatro Actitudes para el Éxito»
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