Las personas que evolucionan a su mejor versión alinean lo que hacen con su propósito.
Ese proceso de evolución es un viaje de descubrimiento y de alineación. El descubrimiento tiene que ver con hacer consciente quiénes son y el sentido que quieren dar a su vida y a su trabajo. La alineación implica asegurarse la congruencia de lo que hacen con ese sentido que quieren.
Las personas que evolucionan, dedican tiempo y energía a lograr esa congruencia. Y, a su vez, saben que ese viaje de afinación, es un viaje de toda la vida porque siempre hay un siguiente nivel. El éxito no es un destino, es un viaje.
El descubrimiento de lo que los inspira les da la energía emocional necesaria para levantarse cada día y su autoconducción les permite alinear sus acciones con sus motivaciones.
Pero ese viaje infinito, no es gratis. En el camino, hacen un gran esfuerzo que implica muchas cosas que no son fáciles de conseguir.
En primer lugar, trabajan para identificar la combinación de factores que da sentido a su vida y a su trabajo: descubren su propósito.
En segundo lugar, hacen un gran trabajo de conocerse a sí mismos en forma genuina. Descubren sus creencias limitantes y están dispuestos a cuestionarlas para transformarlas en habilitadoras. Conocen sus fortalezas y sus oportunidades de mejora.
En tercer lugar, saben que tienen que desarrollar nuevas competencias e incorporar nuevos hábitos. Saben que son dueños de sus actitudes y que las que tienen que cultivar. Y eso requiere voluntad y mucha disciplina.
En cuarto lugar, toman decisiones, muchas veces muy difíciles, teniendo que elegir abandonar algo para poder hacer otras cosas porque todo no se puede. Y eso tiene un precio. Esas decisiones les permiten no dejarse llevar por el “señor Día a Día”. Toman decisiones para cambiar cuando sea necesario.
En quinto lugar, como todo cambio dispara emociones, aprenden a identificarlas correctamente y logran regularlas para “bajarles el volumen” de manera de poder actuar en forma centrada.
Y no menos importante, construyen vínculos de calidad, cultivando la credibilidad, la confianza, el respeto y la empatía. Con mente abierta que les permite escuchar y aprender. Y en base a esa credibilidad, impactan positivamente en otros.
Es un viaje infinito de conciencia y alineación. Desarrollarse e ir al máximo potencial es maravilloso, pero no es gratis. La buena noticia es que se puede trabajar, se puede lograr y empieza por ti.
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