Al año siguiente de los Juegos, el Comité Olímpico Internacional iba a becar a varios deportistas uruguayos durante un año a entrenar en el Centro de Alto Rendimiento (CAR) de Barcelona.
Después de muchos trámites y entrevistas fui seleccionada entre los 6 deportistas que viajamos. En enero, a mis 16 años, volamos a Barcelona con mucha expectativa. Pero sin mucho entendimiento de lo que era un Centro de Alto Rendimiento.
El CAR era un edificio muy moderno, muy completo, con las mejores instalaciones, en donde podías vivir, estudiar, comer y entrenar. Pero no era la infraestructura lo que lo hacía único, era que a través de ella y de las demás facilidades podías dedicarte por completo a ti, para ser el mejor. Te daban todo lo necesario, además de la infraestructura, el tiempo, los mejores profesionales, la metodología y los desafíos día a día. Te acompañaban en todo el proceso.
La piscina era espectacular, con las medidas y profundidad reglamentarias, disponible 100% para nosotros. Tenía la música incorporada, la temperatura perfecta. Los entrenadores eran excelentes, los mejores de España. Tenían mucha experiencia, sumamente preparados. Habían entrenado a la selección olímpica. La nutrición cuidada, calculada para tu gasto energético. Un apoyo médico y psicológico para optimizar este entrenamiento. La mejor preparación física.
Porque de eso se trataba el CAR: un lugar lejos de tu día a día, donde podías tener otra perspectiva, donde podías aprender, practicar, probar y entrenar, sin distracciones de ninguna índole, rodeado de los mejores para ser el mejor.En cualquier nivel, siempre hay algo para mejorar. Los mejores son aquellos que sin importar a dónde hayan llegado, sienten que hay más potencial para liberar. La manera de hacerlo es la práctica, la práctica y la práctica. Pero no cualquier práctica, sino la práctica que te lleva a la excelencia. Hay un dicho que dice: “la práctica hace a la perfección”. Yo prefiero otro que dice: “la práctica de la perfección hace a la perfección”. La práctica debe ser cada vez más exigente, cada vez mejor monitoreada, cada vez más al detalle para encontrar lo perfecto y practicarlo hasta convertirlo en hábito.
En el CAR no hay otros tiempos, tampoco hay otras actividades, ni otras preocupaciones, ese es tu momento para entrenar, entrenar y entrenar y sacar lo mejor de ti. Allí no hay excusas. Y por supuesto que no solo depende del CAR, depende en gran parte de ti. Porque requiere que te dediques, que hagas el esfuerzo. Muchos quieren tener éxito, pero muy pocos están dispuestos a pagar el precio que tiene. No hay magia, además de lo que te brinda el CAR se requiere de tu deseo, de tu esfuerzo y tu voluntad.
Hoy como responsable de la Academia de Xn confirmo esto desde la experiencia deportiva pero también desde la experiencia profesional, y mi objetivo es aplicar todo lo que aprendí en el deporte para llevar el concepto de alto rendimiento a las organizaciones. Las personas no nos desarrollamos cuando aprendemos la teoría, nos desarrollamos cuando nos enfrentamos a problemas reales, a desafíos reales, a personas reales, cuando podemos aplicar toda esa teoría. Cuando nos ayudan otras personas que han pasado por este camino no solo desde el punto de vista teórico, sino en la práctica real, con resultados reales, personas que nos puedan dar un feedback práctico. Esta es la metodología que usamos en la Academia de Xn:
- Que vengas a practicar, a ensayar, a equivocarte, a desafiarte, a mejorar.
- Sabemos que tenés poco tiempo así que la teoría la estudiamos nosotros y te traemos el néctar de lo que tiene más impacto.
- Te damos herramientas para que puedas llevar el conocimiento a la práctica de manera simple y puedas aplicar lo aprendido.
- Compartimos nuestra casa o nuestro “zoom” para darte ese espacio para ser el mejor. Te sacamos de la operativa y generamos un espacio para ti, para reflexionar. Queremos que te regales este momento.
- Te exigimos, te desafiamos y te acompañamos desde nuestra experiencia, porque nadie nos lo contó, sino que también estuvimos ahí. Con nuestros aciertos y nuestros errores.
- Promovemos el intercambio con los demás participantes, que traen también toda su experiencia a las sesiones, lo que se traduce en un aprendizaje colaborativo.
- No usamos el método del caso (lo que pasó en alguna otra organización del mundo), usamos el método de “tu caso”, tu realidad, tu contexto, con los desafíos que estás enfrentando tú, ahora.
- Ensayamos todo lo visto para que trabajes acá con nosotros y recibas feedback de otros participantes y de los facilitadores.
- Lo hacemos dinámico, práctico. No solo queremos que te “caigan las fichas”, queremos que luego sepas cómo hacerlo cuando vuelvas a tu día a día. Queremos que aprenderlo y practicarlo sea simple, porque sabemos que luego llevarlo a la realidad no lo es.
- Nos desvela lo que pasa el día después: esto no termina en el taller o programa, sino que empieza el día después cuando apliques lo aprendido en tu organización. Para eso te llevas tu plan de acción: cómo y por dónde empezar.
Los Centros de Alto Rendimiento deportivo forman a los mejores deportistas, yo pude verlo, estuve ahí y conozco el impacto que tiene. En Xn creamos un espacio diferente, y aplicamos estos mismos principios para formar mejores líderes, mejores equipos y mejores organizaciones. Lo diseñamos para personas que realmente quieren desarrollarse a un siguiente nivel. Nuestra academia, es el Centro de Alto Rendimiento de Xn.
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