La actitud de las personas frente a un fracaso
Recientemente terminó el mundial de fútbol y Argentina se consagró campeón. Pero cuando el juez hizo sonar el silbato final del primer partido, Argentina había perdido contra Arabia Saudita. Ese día estaba reunido con un conjunto de líderes y recuerdo que uno de los ellos dijo: “La conversación que está ocurriendo ahora mismo en el vestuario de Argentina puede ser la que defina esta copa del mundo.” Y creo que tenía razón. Las declaraciones posteriores de los jugadores fueron herméticas, nadie le echo la culpa a nadie, reconocieron la derrota, hicieron cambios y se propusieron mirar para adelante. Hubo otros equipos que tomaron otra actitud cuando perdieron algún partido.
No sé lo que pasó en ese vestuario, pero estoy seguro de que la actitud de los jugadores frente a los hechos que van ocurriendo es determinante en el viaje de un grupo de personas hacia un equipo de alto desempeño, tanto en las victorias como en los fracasos. Por eso es tan importante asegurarnos que los miembros de nuestros equipos tienen determinados valores y actitudes, tanto en privado como con sus colegas.
Y si bien la actitud de las personas es necesaria para formar un equipo, no es suficiente.
Las personas necesitan saber ¿cómo va el partido?
Hace un tiempo estaba trabajando con un ejecutivo en la formación de su equipo y me dijo que no quería compartir cierta información, por ejemplo, la información financiera. Otros gerentes me han insistido en que las personas solo necesitan saber sus objetivos y resultados y no tienen por qué saber los resultados de sus colegas.
Si bien es entendible que haya cierta información sensible o confidencial, es importante comprender las consecuencias que tiene que los miembros del equipo desconozcan una parte relevante de los hechos. ¿Se imaginan un partido de fútbol donde los jugadores solamente conozcan sus propios resultados y no sepan cómo va el partido? ¿Se imaginan a Messi llegando al vestuario al finalizar el primer partido festejando por el gol que convirtió desconociendo que habían perdido?
En ocasiones vemos con buenos ojos que un arquero vaya al arco contrario a tratar de anotar un gol si vamos perdiendo y quedan pocos segundos del partido, pero sería ridículo que tenga este mismo comportamiento al inicio del partido. En conclusión, el comportamiento de los jugadores depende del “tablero general” de resultados.
Si bien en el deporte esto es evidente, en muchas organizaciones he visto que los miembros de un equipo tienen solo información de sus propios objetivos y resultados desconociendo el resto. Muy pocos equipos tienen un “tablero general” que indica el resultado colectivo del equipo. Si tu equipo no tiene un “tablero general” y/o no lo revisas sistemáticamente con todos los miembros, entonces tienes un problema estructural en tu equipo. En un contexto así sería injusto concluir que una persona no tiene actitud de equipo. Lo que no tiene es información. En el libro “Algo + Grande – el poder del equipo para lograr lo imposible” nos referimos a esto cuando hablamos de “Un gran desafío compartido”.
La información empodera
En el libro Team of Teams, el General Stanley McChrystal cuenta la historia real de cómo capturaron a un terrorista de Al Qaeda. Al inicio de la historia, cada subequipo operaba con información parcial para proteger la confidencialidad. Pero a pesar de tener profesionales de altísima calidad y mucha más tecnología, los terroristas lograban escaparse una y otra vez porque eran mucho más ágiles. Hasta que, en determinado momento, McChrystal decidió asegurarse que todos vieran todo el panorama, todos los hechos, ya sean de su área o no. Se arriesgó desde el punto de vista de la confidencialidad y ese riesgo se convirtió en un problema real pues, hubo filtraciones importantes que terminaron en WikiLeaks. Pero, a pesar de eso, la historia terminó en forma exitosa. El general en su libro, en forma explícita, declara que lo que les permitió capturar al terrorista fue que cada persona y cada equipo pudo tomar la mejor decisión el día de la captura pues tenían toda la información en sus manos y concluye que el daño que provocó la filtración fue menor comparado contra el impacto que tuvo la información en la captura.
Por lo tanto, si queremos fomentar equipos autogestionados, con personas autosuficientes, no alcanza la actitud de las personas, tenemos que asegurarnos que conozcan y sean conscientes de todo el panorama, que conozcan todos los hechos y no solo una parte.
¿Tu equipo tiene un “tablero general” que miran con frecuencia y actúan en consecuencia? ¿Las personas conocen todo el panorama y no solo sus propios resultados?
Los equipos de alto desempeño se forman con personas que, frente a determinados hechos, tienen determinadas actitudes y por eso son clave los valores de las personas y al mismo tiempo que todos vean el panorama completo.
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